Aunque parece que lo sabemos todo cuando llegamos a una playa, si tenemos niños menores, todo cambia y tenemos que tener en cuenta multitud de aspectos. Os hemos preparado 5 recomendaciones para que todo sea más sencillo:
1. Protección Solar: Asegúrate de aplicar protector solar en la piel de tus hijos, incluso en días nublados. Opta por un protector solar de amplio espectro con un factor de protección solar (FPS) de al menos 30. Reaplica cada dos horas y después de nadar. También considera usar ropa de protección solar y sombreros para mayor seguridad.
2. Hidratación: El calor puede deshidratar rápidamente a los niños. Lleva suficiente agua y anímalos a beber con frecuencia, incluso si no tienen sed. También puedes incluir frutas frescas como sandía o melón, que son refrescantes y ayudan a mantener la hidratación.
3. Supervisión Constante: Mantén siempre un ojo en tus hijos, especialmente si están cerca del agua. Designa un «guardia» que se encargue de vigilar a los niños mientras los demás disfrutan de otras actividades. Esto es crucial para garantizar su seguridad.
4. Juegos y Actividades: Lleva juguetes de playa, como cubos y palas, para mantener a los niños entretenidos. También puedes planear juegos en la arena o actividades como construir castillos, lo que les permitirá disfrutar y explorar de manera segura.
5. Horarios de Playa: Intenta visitar la playa en horarios donde el sol no esté tan fuerte, como temprano en la mañana o al final de la tarde. Esto no solo ayudará a evitar quemaduras solares, sino que también hará que la experiencia sea más agradable para todos.
Recuerda que la clave es disfrutar y crear recuerdos inolvidables en familia. ¡Divertiros en la playa! 🌊🏖️